LA EDUCACIÓN DE CASTILLA Y LEÓN
Yo, personalmente, provengo del sur de la Comunidad de Madrid, por lo que para comprender la situación en el ámbito educativo en esta parte de España, me ha sido necesario investigar y leer por un buen espacio de tiempo. Gracias a ello, he podido contemplar que muchos de los problemas de los que adolece Castilla y León en esta materia, son comunes a mi lugar de origen.
El problema de raíz no lo tiene Castilla y León, lo tiene España por permitir 19 modelos educativos creados por y para los intereses ideológicos y económicos de los partidos políticos de turno. Como si la materia de la educación fuese un pastel que promocionar en campaña electoral y luego no dejar que los verdaderos miembros de la fiesta (profesorado y alumnos), puedan degustarlo.
No obstante, no todo es pesimismo, y entre la oscuridad siempre se vislumbra algún tipo de esperanza. Así, se ha recogido en el diario El Norte de Castilla, la voluntad del consejero de Castilla y León por insistir en la propuesta del modelo único de examen para el acceso a las universidades. Esto, es profundamente deseable, si pretendemos un mayor grado de equidad entre todos los alumnos de España.
Un mismo número de este diario, que también refleja los 67000 alumnos que se han beneficiado de los materiales gratuitos (fundamentalmente referente a los libros de texto), suponiendo esto también otro paso hacia la igualdad de oportunidades y la universalización de algo tan vital como la educación.
Asimismo, es también positiva la acción de reunión para contemplar medidas frontales contra el creciente número de violencia en las aulas contra el cuerpo docente; así como el reciente desarrollo de planes de acción contra la violencia de género.
Sin embargo, volviendo a una dosis de realidad, Castilla y León parece tener tendencia a tomar decisiones bien encaminadas, pero precipitadas. Esto, se trae a colación a razón del bilingüismo. Varios centros de primaria y secundaria repartidos por toda la comunidad, han decidido abandonar estos programas duales y volver a la clásica enseñanza puramente en castellano. Si bien los motivos que alegan son de peso y tremendamente razonables, en tanto que afirman que los niños solamente memorizan y no aprenden, y que mientras en inglés van en una dirección, en castellano van en otra; lo cierto es que "apearse" así como así, sin una alternativa, en un mundo tan globalizado, donde el inglés abre gran cantidad de puertas; es cuanto menos una jugada de riesgo. Además, esto pone en peligro el avance que suponen los que ya eran 521 centros con programas de este tipo.
Comentarios
Publicar un comentario