"HE VENIDO A HABLAR DE MI INSTITUTO"

Para esta actividad se propone atender al proyecto educativo de un centro de secundaria. Por ello, como no podía ser de otro modo, he venido a hablar de mi instituto; el IES Francisco Umbral. Por ello, debemos comenzar la casa por los cimientos. Es por esto, que vamos a abordar primeramente el asunto de los objetivos generales que plantea el documento.


En este primer pantallazo, podemos sacar una primera idea general. Esta idea no es otra sino que, el centro, parece tener una idea de construir este proyecto en torno a la colectividad. Se afirma que el centro es de todos, y que los valores primeros son los de la democracia y la integración social, es decir, unos valores de grupo. Unos valores democráticos en los que se insiste bastante. Sin embargo, lo cierto es que muy a mi pesar, en los años de estancia en este centro, nunca percibí esa sensación asamblearia y/o consultiva. No necesariamente era un centro despótico desde la administración, pero tampoco era todo lo democrático que pretenden ser. No obstante, algunos de los ejemplos que el documento señala como acciones de valor democrático serían el ejercicio del derecho a huelga o la elección de delegados; algo que se da por supuesto.

¿Pero qué entiende por valores democráticos este centro?

Son, según relata el propio documento, los que están enfocados a favorecer la libertad personal, la solidaridad, la tolerancia y el respeto. En resumen, es una filosofía muy liberal. Por lo tanto, se busca tener unos principios que sean equilibrados entre el cuidado a la persona y al grupo dentro del ámbito educativo. 

Un grupo en el que se insiste entre la igualdad sin distinción de sexo. Por ello, la prevención de la violencia de género es una idea presente en esta redacción. Del mismo modo que se aborda frontalmente cualquier acto de homofobia, sexismo o transfobia. Por este motivo, es que uno de los términos más repetidos es el de integración. Si bien es cierto que la integración está presente en el centro, en ocasiones da la impresión de que esa integración viene dada más por el propio carácter de los alumnos y la educación individual que han recibido, que por las propias medidas y protocolos efectuados por el instituto a este respecto.


Por otra parte, en el documento del régimen interno del centro, se hace alusión a las normativas, comportamientos adecuados en inadecuados y, por supuesto, las consecuencias de estos últimos. 

En este sentido, una de las medidas más claramente establecidas, y que a través de la experiencia propia puedo confirmar, es la rigidez en torno al asunto de la puntualidad y las faltas de asistencia injustificadas. El reglamento hila el procedimiento de actuación con el apartado del protocolo de abandono de las asignaturas, lo cual es por supuesto, una medida de tinte mayor.

Unas medidas, que a mi juicio son necesarias para buscar evitar el absentismo escolar creciente en España, y por otro lado, para controlar posibles situaciones más graves o sensibles que se puedan esconder detrás de las faltas de asistencia.



Sin embargo, y también en esta línea de las sanciones, eché en falta en este centro una suerte de mediación o un pequeño arbitraje entre los implicados en la sanción y el docente que la emite. He experimentado tanto de forma personal como ajena, la adopción de medidas de sanción de forma arbitraria e injustificada por parte de unos docentes que, en ocasiones, abusan de ese poder punitivo que se les concede, sin que se escuche tan siquiera al o a los, implicados o sin que tan siquiera se sopesen los motivos antes de llegar a las medidas duras.

Del mismo modo, se agradecería una formación o instrucción previa a los docentes en estos reglamentos, puesto que, asimismo ocurre con el artículo 88, el cual parece ser bien desconocido o bien ignorado directamente por los profesores en este centro a la hora de ejecutar una sanción. El artículo 88 precisamente debería ser pensado para esas tutorizaciones o arbitrajes con los implicados.


Más allá de esto, es un centro con una normativa sancionatoria, prácticamente idéntica a la de la mayoría de centros públicos. De este modo aparece esa controvertida medida, que ya salió en la pasada sesión de clase a raíz del cuestionamiento de la razón de ser de la misma, por parte de una compañera. Me refiero a la prohibición expresa y explícita de portar gorras en clase. Y sin ánimo de ser polémico, es aquí donde mi afán y convencimiento por sacar a todas las religiones de las aulas, me hace plantearme, ¿por qué un hiyab sí y una gorra no? Pero eso es harina de otro costal.


En definitiva, es un centro que tiene muy claras las ideas democráticas, de integración y de fomentar el aprendizaje y la educación de calidad, al tiempo que se cuida al grupo sin olvidar al individuo. Sin embargo, en el aspecto punitivo, si bien tienen el material legal apropiado y bien expuesto, la ejecución es aún deficiente por parte del profesorado. Eso es definitivamente, un punto a mejorar.

Feliz Día de la Hispanidad a todos y todas.

Pd.: Recomendaciones de historiador como vacuna contra la Leyenda Negra anglosajona:

-Bueno Martínez, G. (1999). España frente a Europa. Alianza Editorial.
-Gullo Omodeo. J. M. (2021). Madre patria: Desmontando la leyenda negra desde Bartolomé de las Casas hasta el separatismo catalán. Espasa.
-Insua Rodríguez, P. (2021). 1492. España contra sus fantasmas: Prólogo de María Elvira Roca Barea. Editorial Ariel.
-Roca Barea, M. E. (2016). Imperiofobia y leyenda negra: Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español. Siruela.
















Comentarios

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, ¿por qué una gorra sí y un hiayib no?

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    1. Muchas gracias por dedicar un momento a leer la entrada!! Saludos!! :)

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